miércoles, 12 de septiembre de 2007

¿Qué tan importante pueden llegar a ser los conocimientos y experiencias previas del niño al momento de aprender a leer y escribir?

Los niños que están aprendiendo a leer y escribir, tienen una base de conocimientos y experiencias previas que los profesores no pueden dejar de considerar. Idealmente, una de estas experiencias es la conciencia fonológica, la cual será entendida como la habilidad para distinguir y utilizar los sonidos aislados del habla. Digo idealmente, porque no siempre se toma como elemento necesario o importante para el desarrollo del niño en el campo del habla y lecto-escritura, y no se trabaja conscientemente en los jardines infantiles o dentro de cada familia.

Antes del ingreso a la enseñanza básica, los niños y niñas van construyendo su manera de ser y costumbres a base de imitaciones, las cuales vienen de sus respectivos entornos, fundamentalmente, de quienes pasan la mayor cantidad de tiempo junto a ellos (generalmente los padres). Por lo tanto, se puede concluir que depende de ellos fomentarles el gusto por la lectura y proporcionarles un ambiente letrado desde que son pequeños. Así, el niño va adquiriendo una habilidad por reconocer sonidos, palabras, ideas, que no es necesario que se enseñen de manera explícitas antes de la educación formal, sino que de manera más implícitas -en juegos, actividades, paseos, etc.- también pueden ser aprendidos (y hasta más efectivamente) por los mismos.


Las habilidades fonológicas, cuando el niño va comprendiendo y manipulando este mundo alfabetizado en el que habita, se complementan con el aprendizaje de la lectura, y mientras más hayan sido reforzadas en la etapa preescolar, menos dificultades tendrá para aprender a leer y escribir. Estas habilidades fonológicas que se intentan desarrollar en los niños, tienen distintos grados de dificultad, y hay unas en particular que no se puede pretender que los infantes dominen antes de tener un cierto conocimiento de los fonemas (letras), por ejemplo, invertir el orden de estas unidades en una palabra.


A modo de conclusión, el desarrollo de la conciencia fonológica, a mi punto de vista, es un proceso que favorece e impulsa el aprendizaje de la lectura, con el cual, a medida que avanza, se va complementando.
Es tarea nuestra, como futuros docentes, percatarnos del "nivel fonológico" en que se encuentran nuestros alumnos al ingresar a Primero Básico, pues, fortaleciendo ese ámbito, será mucho más efectivo el aprendizaje lector y escritor de los mismos.



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Bibliografía:

>"Una clasificación de las tareas utilizadas en la evaluación de las habilidades fonológicas y algunas ideas para su mejora".
Sylvia Defior.
>"La conciencia fonológica como una Zona de Desarrollo Próximo para el aprendizaje inicial de la lectura".
Luis Bravo Valdivieso.





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