martes, 13 de noviembre de 2007

¿Se han preguntado alguna vez lo que realmente significa leer?


"Leer es un proceso cognitivo y un acto interpretativo en el que influyen el texto y el lector y consiste en saber guiar una serie de razonamientos para controlar el progreso de esa interpretación de tal forma que se puedan detectar las dificultades o incomprensiones ocurridas durante la lectura" (Baeza y Solís).



Entonces ¿por qué se puede decir que leer es un proceso cognitivo?


Pues porque, conjuntamente con leer, en la mente de los niños y niñas se activan una serie de componentes a nivel cognitivo que facilitan la misma lectura. Existen una serie estructuras mentales que funcionan desde el momento en que se reconoce lo que se lee y que van desde el conocimiento de la lengua, pasando por los esquemas mentales previos a la misma lectura, hasta llegar a un análisis metacognitivo sobre la comprensión del texto.

Todos al leer ligamos letras, palabras, frases, oraciones y párrafos enteros con ideas existentes en nuestra mente, con las cuales se conectan y relacionan. Así, vamos configurando nuestra propia "base de datos", que será enriquecida nuevamente con próximas experiencias (lectura, salidas, prácticas, etc).

De este modo, lo mencionado anteriormente debe ser una prioridad para nosotros al momento de enseñar a leer a nuestros futuros alumnos y alumnas, tenemos que tener muy en cuenta que cada lectura involucra a un lector, un texto y un contexto A LA VEZ y nuestro objetivo es saber integrarlos y crear competencia lingüística en los estudiantes, entregandoles herramientas para desarrollar y ayudar a construir sus "bases de datos" de la manera más significativa posible.




En cuanto a eso, debemos considerar también que los intereses de los alumnos y alumnas son distintos, varían según el ambiente en que se encuentren y la motivación hacia el mundo letrado que en su contexto hayan recibido. Por ende, los motivos por los que tomen algún texto serán diferentes.

A la luz de lo leído (bibliografía) y de lo anteriormente expuesto, cabe destacar que hay muchos propósitos por las cuales los estudiantes desean leer, propósitos que nacen de un interés por buscar "algo" en la lectura y los cuales se ven reflejados en un interés por: obtener una información precisa, seguir instrucciones, obtener una información de carácter general, aprender, revisar escritos propios, entretenerse o deseos comunicar algún texto.

Todos y cada uno de estos propósitos antes expuestos, deben ser revisados y analizados por los docentes en los objetivos de cada clase. Quizá nuestra meta puntual no será la lectura misma, pero sí se utilizará muchas veces como medio para lograr otros objetivos y generar habilidades en los alumnos y alumnas gracias a la comprensión de los textos leídos, habilidades que se demostrarán por los estudiantes cuando, al leer, sean capaces de predecir, inferir, aprovechar sus conocimientos previos, sean capaces de establecer conexiones con otras informaciones, entre otras cosas.

Pero ustedes se estarán preguntando ¿cómo hacerlo para que nuestros alumnos puedan desarrollar estas habilidades?


En el texto Leer para comprender: Estrategias de lectura, Paz Baeza Bischoffshausen y María Cristina Solís Zañartu nos entregan un cuadro sintético, en donde exponen las diferentes estrategias de lectura y dónde pueden ser utilizadas al momento de leer un texto. Se los presentaré a continuación:





Finalmente, creo que a partir de esta conciencia por desarrollar en nuestros futuros educandos el deseo de leer y el potenciar las habilidades que ello implica, pasa también por una construcción social que se vislumbra en las aulas de clases actualmente, por ejemplo, al sobrevalorar a los alumnos y alumnas pensando que no podrán entender lo que se les está hablando, cuando ello significa hacerlo con las palabras que corresponden (vocabulario "técnico", conceptualización). Es decir, los educadores lo que realizan es "disfrazar" los conceptos en palabras "más simples", que finalmente no desarrolla en los niños una capacidad de pensamiento mayor a la que ya están utilizando, manteniéndolos en un nivel parejo, con una carencia de vocabulario y un ambiente que no enriquece la forma de expresión de los mismos estudiantes (dándose una desmotivación por la misma lectura y aprendizaje). Con esto no estoy diciendo que no deban adaptarse los contenidos a las particularidades de los niños, sino que al hacer esto, no dejar de lado que ellos tienen ganas de aprender y que pueden ir adquiriendo estos contenidos conceptuales de manera significativa al, por medio de la conceptualización de las experiencias, ir formando la tan anhelada "base de datos".

Es por eso que es fundamental el proporcionar a los niños y niñas desde que nacen (como vimos en artículos publicados anteriormente) un ambiente enriquecido en textos (ambiente letrado).

"Cazden, (1986) afirma que estudios en lectores fluidos, revelan que los procesos de orden superior, tal como la construcción del significado, influyen sobre los procesos de orden inferior, como la decodificación de letras y palabras, y no al contrario, como se ha tendido a suponer" (Alejandra Medina Moreno).



Por lo tato, desde antes que los niños y niñas ingresen al proceso de educación formal en los colegios, ya se debe haber trabajado con ellos elementos que les proporcionen experiencias y conocimientos para una mejor calidad en su proceso de enseñanza-aprendizaje posterior, el cual le ayudará a desarrollar más competencias lingüísticas en un futuro.



http://www.colorincolorado.org/familias/aleer/actividades

http://www.rmm.cl/usuarios/eciaf/doc/200508211805360.para%20que%20leemos.pdf

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Bibliografía

-Medina, A. (2006) Ponencia: Leer y escribir desde sala cuna: Entrar en el mundo del lenguaje escrito. Págs. 1-18

-Baeza, P. y Solís, Mª C. (2006). Leer para comprender: Estrategias de lectura. AILEM-UC. Págs. 1-11

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